Confinamiento – Día 48
Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz
Valentía en la paz
Narrador:
Durante más de veinticinco años, la pequeña isla de Sri Lanka sufrió la destrucción de la guerra civil. Según las Naciones Unidas se calcula que murieron entre 80 y 100.000 personas, y millones quedaron traumatizados.
A partir de 2009 el país ha comenzado un difícil proceso de reconciliación, y en años recientes, el Programa de Educación para la Paz ha formado parte de ese proceso, ha sido aprobado por la Oficina de Rehabilitación para ayudar a los ex-combatientes y civiles a recuperarse y construir una cultura de paz.
Prem Rawat, fundador del Programa de Educación para la Paz, fue invitado por funcionarios del gobierno a reunirse con excombatientes y oficiales de rehabilitación.
Individuo: [hombre, traducido en pantalla]
Estoy muy feliz de verte. En 1983 estuve involucrado en la guerra y ahora me he rehabilitado. Si yo hubiese aprendido el Programa de Educación de la Paz antes no hubiera participado. Pero ahora entiendo la verdad por dentro, y la aprendimos a través de tu mensaje.
En mi vida, incluso para mis hijos o nietos, si todas esas personas inocentes solo pudieran aprender esto. El Programa de Educación de la Paz lo deberíamos aprender desde una edad temprana.
Cuando ves ahora a Sri Lanka…. Hace treinta años había guerra. Ahora ya no hay guerra aquí en el país, pero tantas personas han sido afectadas por la guerra. Esta paz, cuando vemos tu video, esa paz debe ser para todos. No solo para las personas que han participado en la guerra, sino para todos.
Prem Rawat:
Umm, sí, bueno, lo estamos intentando; estamos intentando. Ahora tantas escuelas están comenzando el Programa de Educación para la Paz para que las personas puedan tener un entendimiento.
Tienes razón: la guerra castiga a los inocentes. Y la primera baja, la primera pérdida en la guerra es la verdad.
Así que, sucedió lo que sucedió y lo que puede suceder. El milagro más asombroso es que esa respiración sigue llegando a ti, y mientras siga llegando a ti esta respiración vas a seguir teniendo un plan, un programa, y ese plan es la vida. Vívela, compréndela, siente la alegría en tu vida, siente la claridad en tu vida. Crece. Sé quién eres. Comprende lo que hay dentro de ti. Y siéntete pleno.
Individuo: [hombre, traducido en pantalla]
Buenos días a todos. Soy un oficial en el ejército. Soy una persona profundamente involucrada en el proceso de rehabilitación. Y después de este programa, esta paz, la paz entre las personas, entre las razas… este programa se ha convertido en un gran recurso para desarrollarla.
Estamos muy felices; muy felices de haber podido participar en esta ocasión. Y deseamos que haya paz en Sri Lanka, paz en el mundo y paz en el universo. Rogamos que tengas la fortaleza y la valentía para hacer que suceda ahora y en el futuro.
Prem Rawat:
Gracias, gracias.
Texto en pantalla:
¿Que es paz?
Colombo, Sri Lanka
Prem Rawat:
Cuando viajo por el mundo y les digo a las personas "paz", las personas no tienen idea de lo que es paz, ni idea. Para la mayoría de las personas la paz es escapar de sus problemas.
Permíteme hacerte una pregunta: “¿Por qué quieres paz? ¿Por qué? ¿Por qué quieres paz? [Individuos: Queremos paz porque somos humanos.] Bueno, ¿y qué? También quieres a Dahl. ¿Te gusta el arroz? [Individuo: Sí, definitivamente.] ¿Te gusta el arroz? [Individuo: ciertamente.] ¡Así que, también te gusta el arroz!
Pero eso no dice "el arroz es posible". Dice "La paz es posible". ¿Por qué quieres paz? [Individuo: Ser feliz.] ¡Ah, para ser feliz! ¿Cuántos de ustedes quieren paz porque los hace felices? Levanten la mano.
Entonces, la siguiente pregunta: "¿Por qué quieres ser feliz?" [Individuo: se siente bien.] ¿Se siente bien? ¿Por eso quieres ser feliz, porque se siente bien? [Audiencia: Sí, porque se siente bien.]
¿Por qué quieres sentirte bien? [Individuo: Sí... Es nuestra naturaleza.] Bueno, tienes muchas cosas que son naturales. Es natural que cuando te pica quieras rascarte, pero tus padres te han dicho: "No te metas el dedo en la nariz". A veces te pica la nariz pero no es bonito hacerlo, así que te resistes, ¿verdad?
¿Quieres resistirte a la paz? [Audiencia: No.] ¿Quiere resistirte a sentirte bien? [Audiencia: No.] ¿Quieres resistirte a ser feliz? [Individuos: No, para eso sirve.]
Así que, nuevamente la pregunta es: “¿Por qué quieres sentirte bien? ¿Por qué quieres ser feliz? ¿Por qué quieres paz?
Entonces, ¿tu felicidad no está siempre ahí? ¿La felicidad cae del cielo? ¿Crece en el campo? ¿Qué es tu felicidad? Estoy haciendo estas preguntas porque quiero que participes. Quiero que pienses. Quiero que entiendas que la paz no es unirle a tus problemas. La paz no se trata de tus problemas. La paz no se trata de lo bueno y lo malo. La paz no se trata de la confusión. ¿Qué es paz?
Como seres humanos, como seres humanos, tenemos dos partes. ¿Por qué? Es ley de la física. No se puede tener una moneda de un solo lado. Todas las monedas tienen dos lados, aunque cortes la moneda para eliminar un lado, vas a quedar con dos lados. Ley de la naturaleza, ¿verdad?
Entonces, cada vez que estás confundido, adivina cuál es el otro lado de eso: la claridad, así de distante, tanto así. Cuando te encuentres en la oscuridad, la luz está a esto de distancia. Cuando encuentras que estás triste, la felicidad está tanto así de distancia. Estoy haciendo esto para que puedas ver. Pero la distancia es menos, créeme.
Tienes dos naturalezas: tienes bondad, tienes claridad. Esta también es tu naturaleza. La bondad, claridad, compasión, alegría, luz, eso también es tu naturaleza, y la confusión, ira y frustración también son tu naturaleza.
Así que, no te pongas, como: "Oh, sí, sí. Me gusta eso. Me gusta, 'Mi naturaleza es luz' ". No, la oscuridad también es tu naturaleza. La oscuridad también es tu naturaleza, pero también la luz. También la luz.
Así que, hay un lugar en ti, el lugar donde está esa luz, donde está esa alegría, donde está esa claridad, donde está ese entendimiento. Y eso, la experiencia de ese lugar te traerá paz. Eso es la paz. Eso es la paz. Si a eso le quieres llamar "divino", adelante. No importa, no le importa al Ser Divino; a ti te importa, al Ser Divino, no. Nunca le ha importando y nunca le importará.
Lo que te digo hoy es para que puedas beneficiarte en tu vida, esta vida que tienes es lo más preciado que existe. No habrá nada más preciado que esta vida que tienes.
La tragedia, la tragedia es tener esta vida y no saberlo, tener la riqueza y no reconocerla, tener ese Ser Divino y nunca encontrarlo. Esa es una tragedia. Esa es una tragedia. Buscar lo que siempre tuviste y nunca encontraste porque no tenías necesidad de buscar, necesitabas descubrir.
Esta relación de ausencia y presencia. No entendemos la presencia, la presencia es real. La ausencia no es nada.
¿Qué es presencia? La presencia es esta respiración que acaba de entrar en ti. Esto es presencia. Y lo olvidamos. Olvidamos porque estamos jugando al juego equivocado, no la presencia sino la ausencia. Y mientras sigamos esto, amigos míos, este es el juego de la ignorancia. Lo que estás buscando, esa palabra "paz", indica conocimiento y no ignorancia.
Y el mundo está tratando de descubrir, en el mundo de la ignorancia, "qué es el conocimiento". Imposible. Les digo: imposible. Imposible. Nunca lo va poder entender. Por eso el mundo no sabe qué es la paz. Porque estamos jugando un juego de ignorancia con nosotros mismos. Y las guerras que odiamos son el resultado no del conocimiento sino de la ignorancia.
Entonces, ¿en qué mundo quieres vivir? ¿En qué mundo quieres vivir? En el mundo de la presencia o en el mundo de la ausencia?
Si quieres vivir en el mundo de la presencia, no de creencias, sino conocimiento... Eso es lo que sucede. Cuando vives en el mundo de la ausencia tienes que tener creencias porque no hay nada presente. Así que hay que creer, creer que esto está aquí, creer que está ahí, creer esto, creer que los dioses viven ahí por encima de las nubes... "
Soy piloto, y cuando viajo por el mundo, yo mismo piloteo. ¿Y no piensan que yo, también nacido en la India, voy a estar atento? Así que, vas ascendiendo por encima de las nubes y dices: “Hmm, hay alguien por acá, ¿Hay alguien ahí?”
Porque no quieres chocar con un dios... Eso sería un lío. Algunos de esos dioses tienen sus propios vehículos y tú no quieres, eso sería un lío. Ahí no hay nada, solo nubes, más nubes, más nubes, más nubes, más nubes.
Pero vives en el mundo de las creencias: "Ahí están". Vives en el mundo del "presente", en el mundo del conocimiento... "¿Dónde, dónde, dónde?" La respuesta es: "Aquí, aquí, aquí, aquí".
Mira hacia adentro, vuélvete hacia adentro: es la travesía más hermosa, la travesía más increíble. Ese es el mundo del conocimiento, el mundo de la paz, el mundo del entendimiento de que somos seres humanos, que todos podemos marcar la diferencia. Y esta es la posibilidad. Esta es la posibilidad.
En tu vida te espera el bien, la bondad, el Ser Divino espera que lo descubras: ¡alegría, tesoros! Escucha: no tienes límite para la alegría. Para el dolor sí. Después de un tiempo es demasiado, ya no quiero más. La alegría, sin límites.
Puedes tener alegría todos los días por el resto de tu vida y no hay problema. ¿Tristeza todos los días? Te vas a encontrar un precipicio en algún lugar: Eso es lo que hace la gente.
Muchas personas piensan que son insignificantes. ¿Verdad? "Yo no soy nada..." ¡Ah! Pero aquí es donde vive el Ser Divino. Es aquí es donde vive la luz, donde vive la bondad, donde vive la compasión. ¿De qué estás hablando, "insignificante"?
La única razón por la que pretendes ser insignificante es para poder sacarte de encima tus responsabilidades.
¿Y que es Dios? ¿Presencia o ausencia? ¿Quién eres tú, presencia o ausencia? ¿Eres creencias? Porque si no te conoces a ti mismo no eres más que creencias: ausencia, no presencia. Cuando está la posibilidad de saber no te quedes en las creencias, vienes al conocimiento, y el conocimiento del ser es el conocimiento más hermoso que existe.
Sócrates dijo: “Conócete a ti mismo. Conócete a ti mismo." Aristóteles dijo: “Conocer a los demás es sabiduría, conocer al ser es conocimiento ". Y entonces todo cambia. Ahora ya no vas con un balde y tratando de llenarlo de oscuridad y tirarlo por la ventana.
Cuando viene la tristeza, dices: "Momento, momento, momento”. ¡Upa! Cuando viene la tristeza, "Espera, espera, espera, espera… ¿dónde está la alegría?" Es como, “vamos a eliminar la tristeza”. No, trae la alegría.
Todos los días dale la bienvenida al Ser Divino en tu vida, que no solo está afuera sino también está adentro. Encuentra los tesoros adentro; vive esta vida.
Cuando todo está bien en tu vida sucede algo, y déjame decirte, llevo sesenta años hablando, algo sucede y tú sabes que está todo bien. ¿Sabes?, ¿sabes cómo sabes que todo está bien?
Cuando tu corazón está lleno de gratitud. Entonces sabes, entonces sabes. No "gratitud a quién", ni "gratitud por qué" No, no, no, no, nada de eso; solo cuando tienes el corazón lleno de gratitud sabes que todo está bien. Todo está bien. La vida es bendecida.
Confinamiento – Día 44
Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz (PEP)
Conferencia Anual sobre Cambio Social – Prem Rawat habla a los estudiantes que participan en el PEP, en la Universidad Siva, Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
¿Qué es un corazón?, ¿qué es un corazón? Hablamos constantemente del corazón: “Te amo con todo mi corazón”.
¿Qué es un corazón? Le he estado haciendo esta pregunta a la gente, ¿sabes lo que es un corazón? Obviamente no nos referimos a esta cosa que hace boom, boom y también se llama corazón, porque aunque pare, le aplicas de nuevo corriente eléctrica y en marcha, y en caso de que estén las arterias tapadas le pones stents, uno tras otro, para que vuelva a funcionar. ¿Qué es un corazón?
Te diré lo que es. No estoy aquí para predicar, hablo de mi propia experiencia. El corazón, en mí, es donde reside la claridad, es el lugar donde existe la valentía de saber que la realidad es algo vivo. Dónde existe la valentía de vivir en la alegría. Dónde existe la valentía de ser humano. Es el lugar, en mí, donde reside mi comprensión. Es el lugar en mí donde yo soy yo, en lugar del reflejo de los anhelos y necesidades de otros. Tantas personas... especialmente cuando te conviertes en padre, tienes a tus hijos...
Y ellos te miran como padre y tú piensas en sus necesidades día y noche. Te conviertes en madre y piensas en las necesidades de tus hijos. Y en muchas ocasiones, pronto dejas de ser tú y te conviertes en padre. Un padre que no es “él mismo” una madre que no es “ella misma”, un esposo, una esposa que no son ellos mismos. Muy pronto te conviertes en un ciudadano del mundo que ha dejado de ser “él mismo” o “ella misma”. Entonces se vuelve algo cuyo valor es como el de un nido vacío. Una vez que los pájaros se van volando el nido ya no significa nada. Vendrá el viento y todo el esfuerzo que se puso en tejerlo quedará desmantelado.
Y se acabó. De esto se trata, en la vida entendemos muy poco lo que significa estar vivo. Lo siguiente es un número poderoso. Aunque vayas a vivir 100 años -y eso está muy bien- haz los cálculos, son 365, calcula, son tan solo 36.500 días. Eso es todo lo que tienes. Y si llegas a los cien años. ¿Vives tu día como el día vive en ti?
Con precisión. Un segundo no se desperdicia a sí mismo ¿verdad? Pero tú si desperdicias un segundo. Una hora no se desperdicia a sí misma, una hora nunca falta, y un día nunca falta, pero tú faltas ese día.
Tienes un reloj, pero no sabes lo que significa el tiempo. Intentamos vivir pero no sabemos cómo, intentamos amar pero no sabemos amar, intentamos ser, pero no sabemos ser. No sabemos que tenemos generosidad. Cuando entramos a una habitación y cerramos con llave creemos estar solos... ¿en serio?, ¿de verdad? Perdón, tu ira entró contigo en esa habitación, está ahí mismo. Quizás no estés enojado, pero el enojo está listo. No lo dejaste en otra habitación. Dondequiera que vas, incluso cuando pilotas, te preguntan: ¿Pilota solo? Sí. Estás mintiendo.
No es verdad. Estás volando con un gran exceso de equipaje, llamado ira, codicia, miedo... dondequiera que vas allí están. ¿Alguna vez te sientes solo? Nunca deberías sentirlo. Tienes muchos amiguitos que están ahí mismo. Piénsalo. Nunca te vas de tu casa sin ellos. Puede que te olvides de la tarjeta de crédito American Express, pero nunca te vas de tu casa sin la ira, la codicia, el miedo o la lujuria y nunca dejas tu casa sin la comprensión, o la claridad. Ellos también te acompañan.
La pregunta es: ¿qué has estado alimentando en tu vida? Hay dos campos, ¿cuál es la diferencia entre un jardín y un campo abandonado? ¿Cuál es la diferencia? La tierra es la tierra. Y a veces ves un campo abandonado y un jardín divididos por una pared, así que sabes que se trata de la misma tierra. Excepto que uno está frondoso y el otro está árido y con maleza. ¿Cuál es la diferencia? En uno alguien plantó la semilla de las hermosas flores, las cuida y les da agua; en el otro nadie plantó nada, nadie lo cuida. Lo que crece es despreciable, sin embargo lo que crece en el jardín es hermoso.
De esto se trata. Hay un bello cuento que me gustaría contar. Se llama “el balde agujereado”. Una vez, un rey le encargó a su jardinero que cuidara de un campo y le dijo: “Quiero que aquí hagas un jardín para mí.” El campo estaba en la cima y el agua se encontraba abajo, donde estaba el valle y fluía un pequeño río. Así que el jardinero tenía que bajar todos los días al río, llenar los baldes de agua, llevarlos hasta el jardín y regar todas las plantas, el césped y todo lo demás. A su debido tiempo empezó a tener muy buen aspecto. El jardinero contaba con dos baldes muy grandes y una vara de bambú. Llevaba un balde delante y otro detrás.
Un día, el balde de atrás se agujereó y perdía agua. Él subía con los dos baldes, pero cuando llegaba arriba del todo, uno estaba lleno y el otro vacío. Esto continuó durante un tiempo hasta que un día el balde delantero le dijo al trasero: “Eres un inútil, no sirves. Este jardinero se esfuerza muchísimo, baja y nos llena de agua a los dos. Pero como tú tienes un agujero, para cuando llega arriba tú estás vacío y yo estoy lleno. Este jardín que ves, tan hermoso, es gracias a mi”.
Eso entristeció mucho al balde trasero. Un día, cuando llegó el jardinero, miró al balde trasero y le pregunto: “¿Por qué estás tan triste?”. Es solo un cuento pero es un cuento hermoso. Miró al balde trasero y le preguntó por qué estaba triste. “Porque tengo un agujero y lo sé. Cada día nos llevas abajo, al río, y gracias al balde delantero que no tiene un agujero este jardín es verde y hermoso. Pero como tengo un agujero, no sirvo. Para cuando me subes, ya estoy vacío”.
El jardinero miró al balde agujereado y le contestó: “Sé que tienes un agujero, pero nunca dejé de llenarte y te diré por qué. Gracias al balde delantero este jardín está verde. Pero gracias a ti, en el camino desde el río hasta este jardín están creciendo bellas flores. Y eso es gracias a ti. Este jardín solo lo disfruta el rey, pero ese camino lo disfrutan muchas personas que admiran las flores a su lado”. A veces no entendemos la causa de todas las ideas irreales con las que nos carga el mundo.
No entendemos nuestro propio poder ni comprendemos nuestro propio potencial. Y es ilimitado, ¿entiendes eso?, ilimitado. La comprensión no tiene límite físico, la alegría no tiene límite. La felicidad no tiene límite. ¿Comprendes el poder de todo eso? Cuando la gente está sufriendo va a las iglesias, a los templos, a las mezquitas a rezarle a Dios, pidiéndole: “Por favor, líbrame del sufrimiento”. ¿Crees que alguien va a una iglesia, a un templo, una mezquita, a pedir a Dios “Por favor líbrame de la felicidad?”.
No tiene límite. Y se preguntan por qué los seres humanos no nacemos con un manual de instrucciones... ¿será porque es evidente? No se necesita un manual, el diseño es perfecto. Que puedas contener la felicidad del mundo entero sin engordar ni un gramo. Y disfrutarlo todo. Pero tienes que entender lo que es la verdadera felicidad.
Confinamiento - Día 47
Cuenta regresiva para el Programa de Educación para la Paz
Saya Pierce Jones
Cuando nos enteramos de que Prem iba a estar en Ciudad del Cabo, bueno, él es famoso mundialmente por promover la idea de paz, y específicamente en Ciudad del Cabo en Sudáfrica, en este momento estamos enfrentando bastantes problemas.
Y tener aquí a alguien como Prem para hablar sobre la paz y lo que significa desde una perspectiva global, es algo que creo que todos tenemos que oír y escuchar para resolver los problemas que enfrentamos en el país.
[De su entrevista con Prem Rawat]
Como sabrán, nuestra nación es muy, muy joven en este momento, y a partir de 1994 comenzamos con la idea de "¿qué es la paz ahora?". En este momento se ve un aumento significativo de las diferentes tensiones entre los diferentes grupos raciales o de diferente condición económica.
La idea de paz que teníamos después del '94 no parece ser la misma que tenemos ahora. ¿Esto es algo que le interesa a usted también?
Texto en pantalla:
Prem Rawat
Embajador de la paz global
Prem Rawat:
Sí, absolutamente, porque yo creo que donde quiera uno vaya sobre la faz de esta tierra la gente tiene las fórmulas de lo que es la paz: "Bueno, si me ayudas a mejorar mi economía seré feliz por el resto de mi vida".
Pero en realidad la paz o la felicidad son algo subjetivo, no objetivo. Y las personas se olvidan de eso, de que no pueden simplemente seguir una lista y decir: "Bueno, ahora soy feliz porque tengo esto y aquello”.
En primer lugar tenemos que comprendernos a nosotros mismos: ¿Somos nosotros la fuente de la alegría y paz o no? Porque si no estamos en la ecuación, no importa lo que suceda a nuestro alrededor, nunca vas a poder disfrutarlo o sentirlo.
Así que se vuelve muy, muy importante que comencemos con nosotros mismos. Se trata completamente de ti, tú eres el que tiene que decir: “Sí, siento paz” o “no, no siento paz”. Cualquiera que sea la lista no tiene nada que ver con eso, porque la paz y la felicidad en realidad son algo muy subjetivo, no objetivo.
Y empecé a hablar a las personas sobre la paz cuando tenía cuatro años. Cuando hablo a las personas esto es lo que ruego todos los días: que lo único que yo vea sea a las personas. No el color, ni sus trajes, ni sus corbatas o peinados, ni su lápiz labial ni sus caras, sino a las personas.
Que pueda ver a cada persona... Y esto es algo en lo que realmente me tengo que centrar, porque no estoy mirando a personas de Sudáfrica sino a seres humanos. Y cuando miro a los seres humanos veo esperanza. Veo una alegría, veo una necesidad insatisfecha.
Somos seres humanos en la faz de la tierra. Y la humanidad se originó en este continente, en África. Yo siempre digo: "Qué increíble, qué maravilloso sería que siendo éste el lugar de nacimiento de la humanidad también fuera el lugar de nacimiento de la paz y la esperanza para la humanidad".
Saya Pierce Jones
Eso es fantástico.
Texto en pantalla
En 1950 el gobierno que estableció el apartheid de Sudáfrica promulgó la Ley de agrupación por áreas, y como resultado, las personas de color se vieron forzadas a mudarse a áreas conocidas como municipios no blancos, con historial de pandillas, pobreza extrema y abusos horrendos.
Prem Rawat visitó una escuela situada en uno de los más pobres municipios de este tipo: un lugar azotado por la guerra de pandillas y una pobreza provocada por la adicción a las drogas y con pocas esperanzas para el futuro.
Prem se dirigió a niños de entre siete y trece años, muchos de los cuales habían padecido maltratos inimaginables.
Die Duine
Escuela primaria
Texto en pantalla:
Anthea Adriaanse
Director de la escuela primaria Die Duine
Anthea Adriaanse:
Cuando uno se va acercando a la escuela ya se percibe… miras el tipo de construcciones y se nota inmediatamente que uno se encuentra básicamente en una zona subdesarrollada, de extrema pobreza.
Texto en pantalla:
Prem Rawat
Embajador de la paz global
Prem Rawat:
No importa lo fea se ponga la situación, tú no eres feo, porque en ti hay una hermosa y profunda belleza. Conócela y compréndela.
Texto en pantalla:
El héroe en ti
Escuela Primaria Die Duine
Anthea Adriaanse:
Los desafíos que enfrentamos son padres ausentes, la ausencia de un sistema de valores en los hogares de los alumnos; padres y madres solteras, abuso de drogas por parte de los padres e inclusive de los alumnos, también problemas de pandillas y violencia. Todo esto tiene un impacto negativo en los alumnos y por ende en su enseñanza.
Prem Rawat:
Aún en medio del caos, encuentra tu fortaleza. Aún en medio de todo lo que está mal, cuando no hay luz y cuando hay oscuridad y confusión, que haya una luz en tu corazón.
Ben César: [canción de rap]
¡Te veo a ti y a ti y a ti!
Enfrente de mí estoy viendo el futuro de este gran país
Levanten las manos, ¿Cómo están? ¡Sí, sí, levántenlas!
Te veo, te veo a ti y a ti....
Prem Rawat:
Me gustaría hablarles acerca de sobre algo muy, muy especial. Y de lo que les quiero hablar es del Superman en ti. ¿Conoces a Superman? [Audiencia: Sí.] Él es muy fuerte. Aunque las cosas afuera no estén bien, él aún es fuerte.
Y de la misma manera quiero hablarte de tu fuerza, de tu fortaleza. Yo sé que hay problemas, hay problemas por todas partes, pero tú tienes una fortaleza. Y tienes que conectarte con esa fortaleza, porque no todos los días van a ser buenos. Pero incluso cuando los días son buenos o son malos tienes una fuerza en tu interior.
Te contaré un cuento acerca de conocerse a uno mismo. ¿Quieres escucharlo? [Audiencia: ¡Sí!] Bueno, había una vez un león y vivía en la selva, y la gente tenía miedo de ir allí porque sabían que ahí vivía un león muy grande.
Pero también había un granjero que tenía unas ovejas y las llevaba a pastar. Y a veces se acercaban mucho a la selva, demasiado, oían rugir al león y todas las ovejas salían corriendo.
Un día, el granjero se encontró a un cachorrito del león acostado al lado del camino. El leoncito estaba casi muerto, muy débil. Lo recogió, se lo llevó a su casa y lo puso debajo de una linda manta, le dio leche tibia y lo cuidó. En pocos días el cachorrito de león se recuperó.
Empezó a saltar por todas partes, de aquí a allá. Así que él pensó que el cachorrito de león le iba a destrozar toda la casa. Así que lo tomó y lo puso con las ovejas, en donde estaban todas las ovejas.
El leoncito quería jugar con las ovejas. Al principio las ovejas le tenían miedo al cachorrito de león. Pero luego se dieron cuenta de que era solo un cachorrito y que en realidad no iba a lastimar a nadie, así que se hicieron amigos.
Cada día el granjero sacaba a las ovejas y el cachorrito salía con ellas. Él veía a las ovejas pastar así que comenzó a pastar. Y cuando las ovejas hacían: "Baah-hah-hah-hah", intentó decir: "Baa-hah-hah-hah", pero no podía. Día tras día tras día, de estar con las ovejas, él también pensó que era una oveja. Es lo único que conocía.
Un día, ese león grande de la selva dio un rugido muy fuerte y salió de la selva hacia la granja. Y todas las ovejas, al escuchar este fuerte y feroz rugido tuvieron mucho miedo y corrieron a esconderse. Algunas se escondieron debajo del establo, otras detrás del árbol y otras detrás de un arbusto...
Y el leoncito también, porque ¿qué creía que era él? [Público: una oveja.] Porque pensó que era una oveja, así que él también fue a esconderse dentro del hueco de un árbol. Todas las ovejas temblaban y él también temblaba, tenía miedo.
El león enorme viene a la granja, ve que todas las ovejas le tienen miedo… pero luego ve algo muy curioso: ve a un león que también letiene miedo a él. Ve al leoncito temblar.
Así que el gran león dice: "Puedo entender por qué todas las ovejas me tienen miedo, pero ¿por qué me tienes miedo tú?" Y el pequeño leoncito le dice: "Oh, por favor, no me comas".
"¿Comerte? ¿No sabes que eres un león? "Oh, sí, lo que digas, lo que quieras, pero no me comas".
“Pero, ¿cuál es tu problema? ¿No sabes quién eres? Él dijo: “Yo soy solo una pobre ovejita. Solo soy una pobre ovejita. No me comas”. Y el gran león le dijo: “No, eso no es lo que eres. Ven conmigo y te mostraré quién eres”.
Así que se lo llevó al lago, el cachorrito aún temblaba, lo llevó junto al lago y dijo: "Mírate, mira tu reflejo y mira quién eres". Y ambos, el león grande y el pequeño se miraron en el lago y el leoncito vio que no era una oveja, ¡él era un león!
Ante esto levantó la vista, miró hacia el león y sin miedo él también rugió con mucha fuerza. No, "Eh-heh-heh-heh", sino con un gran rugido. El gran león rugió y león pequeño rugió. Le dijo: “Ven conmigo. Ven a la selva, en donde puedes ser el rey”. Ese es el cuento.
Nosotros nos fijamos en nuestros problemas, miramos el mundo, miramos lo que está sucediendo y empezamos a sentir que somos parte de él. Pero en realidad no somos parte de él. Somos otra cosa.
En primer lugar, no importa lo que ocurra a nuestro alrededor, tenemos que ser nuestra propia isla, debemos ser nuestra propia fortaleza, debemos ser nuestra propia comprensión.
Te fijas en el mundo y si fuera un mapa, en este mapa verías muchísimos, muchísimos caminos, pero no todos esos caminos te llevan a un buen lugar, no todos esos caminos te llevan a un buen lugar.
Hay un camino que sí lo hace. Y tú tienes que seguir ese camino, tienes que tomar ese camino. Porque conocerte a ti mismo también se trata de entender quién eres, cuál es tu naturaleza. Tu naturaleza no es la ira, tu naturaleza es amar. Tu naturaleza, tu naturaleza es estar en paz. Esto es quién eres.
Y esto es lo que te convierte en Superman: que aún en medio del caos encuentres tu fortaleza. Que incluso en medio de todo lo malo y cuando no hay luz, cuando hay oscuridad y confusión, también haya una luz en tu corazón y la dejes brillar.
Hay esperanza. Cuando todo parece perdido siempre queda la esperanza.
¿Sabes? Cuando digo Superman lo digo en serio. Y te voy a dar otro ejemplo. ¿Sabes que has hecho algo realmente increíble? Todos ustedes han hecho algo realmente increíble pero no lo creen.
Actualmente, si fallas en algo ¿te vuelves triste? ¿Sí? ¿Y a veces tan triste que te das por vencido? Pero, ¿sabes que has hecho cosas en las que has fallado pero nunca aceptaste el fracaso? Eso es lo que hace Superman. Él falla muchas veces pero nunca acepta el fracaso, él lo vuelve a intentar.
Entonces, todos ustedes son bastante jóvenes, pero cuando eras aún más joven y aprendías a caminar... no creo que te acuerdes de eso ¿verdad? ¿Sí? ¿Has visto a otros bebés aprender a caminar?, ¿quizás tu hermano o tu hermana?
Bueno, se ponen de pie y hacen así: "Eeuuhh-ah-ahh ..." Y luego se caen. ¿Verdad? ¿Se ponen tristes? ¿Aceptan el fracaso? No, se vuelven a levantar inmediatamente.
Y tú hiciste lo mismo, tú hiciste exactamente lo mismo. Fallaste, pero nunca aceptaste el fracaso y te volviste a levantar. ¿Te acuerdas de eso? ¿Lo has visto? ¡Eso es sabiduría! Eso es genialidad. Eso es Superman en acción.
Aprender a caminar: fallar, pero volver a levantarse. Y un día (porque eso continúa ocurriendo una y otra vez) el bebé finalmente da los pasos y no se cae. El bebé aprende a caminar.
Tú sabes caminar, ¿verdad? ¿Sabes quién te enseñó a caminar? ¿Recuerdas quién te enseñó a caminar? ¿Quién? ¡Tú! Te enseñaste a ti mismo a caminar, porque a esa edad nadie podía darte instrucciones.
Y eso requirió valentía, requirió comprensión, requirió paciencia, y lo más importante: requirió que nunca aceptaras el fracaso.
Conoce quién eres, porque cuando te conozcas a ti mismo conocerás tus poderes, conocerás tu fortaleza, sabrás quién quieres ser. Esto te traerá felicidad incluso cuando la situación sea triste. Esto te traerá alegría. Esto puede hacer de tu vida, de cada día de tu vida, una Navidad.
¿Sabes que cada día se te dan regalos, que cada día recibes regalos? ¿Lo sabías? Y el regalo más importante que se te da es el regalo de la vida. Todos los días se te da el regalo de la vida para que tú hagas con ella lo que quieras. Si la aceptas, si la aceptas.
Tienes algo para hacer, tienes una misión, Superman, tienes una misión. Y tu misión es moldearte para enfrentar el mundo, prepararte, aprender para salir a este mundo y lograr lo que tú quieras lograr.
Céntrate, enfócate. Practica la paz y te volverás experto en ella. Si solo recuerdas quién eres, que no eres el problema. Tú no eres el problema. Recuerda que tienes la fortaleza en ti. Y recuerda que tú eres ese león, no la oveja. También recuerda que te harás un experto en lo que más practiques, es así de sencillo.
Porque si entiendes, si lo piensas, este es también uno de los dones que tienes. Conócete a ti mismo, compréndete y sal al mundo con fortaleza. Sé la fortaleza, sé el poder. Esto es lo que quería venir a decirles hoy.
No importa cuán lo fea se ponga la situación, tú no eres feo porque en ti hay una profunda y hermosa belleza. Conoce y entiende eso.
Bueno, esto es lo que quería venir a decirles hoy. Ha sido un gran placer verlos y conocerlos, y realmente espero que tomen en cuenta lo que les he dicho en sus corazones para que puedan tener un bello y brillante futuro. No tienes que ser parte de todo lo malo, puedes ser parte de todo lo bueno, de lo que está bien.
Confinamiento – Día 51
Cuenta regresiva para el Programa de Educación para la Paz
El viaje hacia ti mismo
¿Qué es un viaje hacia ti mismo? ¿Quién es “uno mismo”? ¿Qué es? ¿Y por qué un viaje hacia uno mismo? ¿Acaso no estás contigo todo el tiempo? ¿Qué quieres decir con viaje hacia ti mismo?
Y aquí hay muchos pequeños problemas con los que tratamos cada día. Porque, quien quiera que seas, en general no nos gusta la confusión. Es algo bastante universal, a nadie le gusta.
No nos gusta la ira, aunque en realidad no nos damos cuenta de que nos estamos enojando, nos toma por sorpresa. Pero lo que viene después no nos gusta. No nos gusta estar tristes ni tener miedo. El dolor… no estamos hechos para soportar el dolor. Para soportar la alegría no tenemos problema.
Entonces, ¿Qué es uno mismo? ¿Y por qué un viaje? Porque acá la palabra “viaje” es un verbo, implica trasladarse.
Y este es el asunto. Porque cuando miras a tu alrededor, la situación de este mundo…Y puedo decir que mi perspectiva del mundo es bastante única. Primero, porque he estado haciendo esto durante cincuenta años, cuando algunos aquí ni siquiera habían nacido, algunos ni siquiera estaban en los planes de sus padres.
Cuando yo comencé a hablar acerca de la paz a grandes audiencias tenía 4 años, como ya han escuchado en ese documental. Y cuando empecé a llevar este mensaje al mundo tenía 9 años. Así que, he visto el mundo, he viajado bastante. Y veo algo, veo que las personas se han alejado de sí mismas.
Escuchar que Sócrates dijo “conócete a ti mismo” es bastante común. Pero no sabes que Sócrates también dijo: “no serás feliz – voy a parafrasearlo- no serás feliz si no consigues lo que quieres.” Porque es así.
Entonces, aquí estás, estás vivo y esta es la situación, es una analogía. Un día recibiste un billete de lotería, un billete ganador. Y ese billete te permite, te habilita para ir a este centro comercial.
Hay tiendas hermosas en este centro comercial. Tiendas de alimentos, de ropa, hay de todo lo que puedas imaginar en este centro comercial.
Estás emocionado: “Guau, ¿puedo entrar ahí?” Y no solo puedes entrar, sino que puedes tener lo que desees. Si te gustan los Bentley, ahí los tienen. Si lo tuyo son los Rolls Royce, también lo tienen. Si te gusta un Mercedes, lo tienen y ¡tú puedes tenerlo!
Luego das vuelta el billete y hay una advertencia. La advertencia es: “puedes tener lo que quieras, pero cuando te vayas del centro comercial no puedes llevar nada contigo.“
“¡Oh no!” ¿Te sentirías decepcionado? Veo que algunos sacuden la cabeza afirmativamente. ¡Pero Dios mío, cosas hermosas, cosas increíbles… puedes tenerlas todas, son tuyas! Pero cuando te vayas del centro comercial, que tendrás que hacerlo, cuando llegue tu hora límite, tendrás que irte y no puedes llevar nada contigo.
¿De qué estoy hablando?… Aquí estás en el más increíble, sorprendente centro comercial. Hay océanos, montañas. Y tú puedes tener lo que sea. Un día tendrás que irte del centro comercial y cuando lo hagas no podrás llevar nada contigo.
Ahora bien, es una cuestión de estrategia, simplemente eso. ¿Qué vas a hacer? ¿Cuál será tu estrategia? ¿Te quedarás en casa, enojado con el billete? “Qué estupidez, que rareza. ¿Puedo ir, puedo tener todo lo que quiera pero no puedo llevarme nada? Eso es realmente una estupidez.” O dirás: “esto es una broma divina”.
¿Cuál es tu estrategia?, ¿qué haces? Y es precisamente una estrategia lo que debes tener, debes tener un plan. Y no solo debes tener un plan sino que además debes ejecutarlo a la perfección, perfectamente. Este plan no se trata de lamentarte ni decir: “Quisiera que fuera de esta forma o de esta otra forma”. No, está en marcha: acá está tu billete y hay un centro comercial. Entras a esta hora y sales a esta hora, y no hay peros que valgan. Es así.
No he venido aquí para predicar ni para decirte que soy mejor que tú. No estoy aquí para decir que yo tengo un plan y que lo copies. Tampoco he venido para venderte un plan. Sino que estoy aquí para compartir contigo mis más de cincuenta años de experiencia, eso es todo. Porque he visto a muchas personas decir: “Esto es una tontería, es algo raro, extraño. ¿Por qué a mí? Es una tortura.” Y yo estoy aquí para decirte que, primero, no tienes límite para el disfrute…
¿No es así? Hablemos de algo simple. No tienes límite. No existen templos, ni iglesias ni lugares sagrados a los que vayas a pedir: “Dios querido, por favor llévate un poco de mi felicidad. No lo puedo soportar.” Siempre se trata de la tristeza: “por favor, llévate mi tristeza”, pero con la felicidad, decimos: “¡Dame más!”
Algunos de nosotros decimos: “¿Ya está en marcha?, ¿quiero ser parte de ello?, ¿o no lo quiero?, ¿de qué se trata todo?, ¿dónde voy?, ¿de dónde vengo?”. Pero no se trata de eso amigos, tienes un billete y dice: “Ahí está el centro comercial” y tú estás dentro de él… dicho sea de paso, estás dentro del centro comercial.
Es la oportunidad de tu vida y no tienes una estrategia, no tienes un plan. Lo que digo es: “Sé simple. Estás dentro. Es lo que se te ha dado, es la oportunidad que se te ha dado. ¡Pásala genial!”
¿Por qué no? ¿Por qué no? ¿Tienes hambre? Ve al supermercado y come. ¿Tienes sed? Ve al supermercado y bebe. ¿Tienes sueño? Ve a la sección de camas, encuentra una que sea cómoda y descansa bien. ¿Tienes ganas de hacer ejercicio? Ve adonde tienen el equipamiento para cardio, encuentra una cinta de correr y úsala. Porque puedes hacer de todo.
¡No! Nunca te pierdas de ti mismo para que no tengas que buscar las señales que dicen: “Estas aquí”. Mantente siempre en contacto con quien eres. ¿Por qué? Porque cuando te conoces a ti mismo, tú eres tu mejor amigo. Y cuando no estás contigo mismo, eres tu peor enemigo. No necesitas más enemigos.
Nunca tendrás un amigo como tú mismo, y tampoco tendrás un enemigo como tú mismo. Un enemigo completamente capaz de destrozarte, a ti. Y un amigo totalmente capaz de estar allí para ti, en las buenas y en las malas, en los momentos más maravillosos y en los momentos más oscuros.
Esta es la oportunidad. Y puedo decir una oportunidad única en la vida, porque ésta es la posibilidad que existe. ¿Y quién tiene el billete? Tu verdadero ser. Fue a ti mismo a quien se le dio el billete para venir. No a tus ideas. Tus ideas no recibieron un billete para disfrutar, te lo dieron a ti.
Miras la condición de este mundo, que está destruyéndose a sí mismo, guerra tras guerra, tras guerra. Mini-guerras, mega-guerras, grandes guerras, pequeñas guerras… Alguien me preguntó: “¿Cómo puede ser que haya tantas guerras? Parece que no estamos cerca de la paz en absoluto.” Y es verdad.
Mi estrategia es muy sencilla, y mi estrategia no es que haya paz mundial. Lo dije, ahhh, silencio total. Porque no es posible, pero esto es lo posible: Primero tú tienes que estar en paz contigo mismo.
Solo tú. No involucra a nadie más. Tú en paz contigo mismo, ¿y cómo puedes estar en paz contigo mismo? Primero, y es el tema que nos reúne esta noche, haz el viaje hacia ti, tienes que conocerte a ti mismo. Y una vez que te conoces, debes conseguir la victoria sobre ti mismo.
No conseguir la victoria sobre tu vecino, ni sobre esa persona o aquella persona, sino la victoria sobre ti mismo. Y cuando seas victorioso sobre ti mismo, entonces puedes estar en paz contigo mismo. Y cuando estás en paz contigo mismo, entonces puedes estar en paz con el mundo.
Y cuando un número suficiente de personas estén en paz con el mundo porque están en paz consigo mismos, entonces, vagamente, la idea de la paz mundial comienza a aparecer.
Cada vez que hay una guerra mueren inocentes. Del mismo modo, cuando tú estás en guerra contigo mismo los momentos inocentes de tu vida son destrozados, porque son inocentes, no pueden hacer nada.
Nunca he visto más inocencia que en un momento de existencia. Es totalmente inocente cuando llega a ti, solo te ofrece posibilidades, lo que quieras. Como un bebe, como un bebe… Puedes moldearlo, puedes doblarlo, puedes destruirlo, puedes hacer de él un monstruo si quieres.
O puede tomarlo como el momento más tierno y gentil, el tiempo contigo mismo, escuchando ese sentimiento que llena este corazón y hace surgir la gratitud.
El viaje hacia el verdadero ser, entonces, es verdaderamente un viaje hacia ti mismo. Se llama "Volver a casa”. Volver a casa. ¡Ven a casa y verás el mundo cambiar para ti! Porque, recuerda que tú tienes que estar en paz con el mundo. El mundo no estará en paz contigo. Tú tienes que estar en paz con el mundo.
Y cuando comprendas, cuando entiendas que nada está mal, que nada está mal. Te alejaste de tu hogar y tienes que volver. Porque ahí tu sed se saciará, el hambre será satisfecha, el cansancio desaparecerá y una sensación de familiaridad en la vida, no de algo ajeno, sino que se restablecerá una sensación de familiaridad donde podrás descansar.
Las respuestas que buscas en el mundo no están allí, no están. Las respuestas están en ti. Vuelve a casa, vuelve a ti. Viaja hacia ti mismo.
Confinamiento – Día 43
Cuenta regresiva para el Programa de Educación para la Paz
Texto en pantalla:
Estudiantes del Programa de Educación para la Paz en la Universidad Taylor
Individuo 1: [varón]
Hace poco pregunté: “¿Qué es lo que realmente quiero en mi vida?” Y siempre me comparo con los demás.
Individuo 2: [mujer]
Estamos demasiado ocupados haciendo nuestros deberes. Y con frecuencia, olvidamos las cosas importantes.
Individuo 3: [varón]
Durante todas las sesiones de Prem hay muchas preguntas que me surgen en la cabeza. Y me pregunto: “¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué hicimos aquello?” Me hace pensar, y pensar y pensar.
Individuo 4: [mujer]
Creo que lo que él intenta decir es algo que todos sabemos, pero no es algo de lo que seamos siempre conscientes. Es un recordatorio muy grande para todos, en especial para mí, cuando él habla de apreciar la vida, que es lo que a mí me falta.
Individuo 5: [mujer]
Me hace pensar en aquello que siempre he ignorado en mi vida. Pero nunca había entendido que la paz ya está en nuestros corazones.
Texto en pantalla:
Universidad de Taylor, Kuala Lumpur
Narrador:
La Universidad Taylor, en Kuala Lumpur, Malasia, fue la primera institución en Malasia en ofrecer el Programa de Educación para la Paz. Los administradores han elogiado el programa por haber ayudado a la institución a realizar su misión holística de enriquecer las “mentes, manos y corazones de los estudiantes”.
En octubre de 2016, Prem Rawat habló en Talor’s University, como parte de su serie de bienestar emocional, que tiene el propósito de cultivar y empoderar en el personal y los alumnos el bienestar y la salud emocional.
Individuo 6: [varón]
Empezaste a hablar de la paz a los cuatro años de edad ¿Qué te inspiró? ¿Qué te hizo elegir hablar ante tantas personas a los cuatro años?
Prem Rawat:
Bueno, para mí, en mi vida y en ese momento, no había dolor, no había problemas, no había ningún gran drama que pudiera hacer que uno llegara al punto de decir: “Bueno, vale. Voy a renunciar al mundo, voy en pos de la paz.”
Porque una cosa que comprendí es que la paz no era ausencia de guerra. Así que la bondad, la generosidad, por ejemplo, es algo. Pero tener codicia es solo falta de generosidad.
Así que muchas personas piensan que hay guerra y hay paz. No. Hay paz. Y cuando falta la paz, cuando hay ausencia de paz, hay guerra. ¿Qué clase de guerra? Puede ser una guerra en tu mente. Puede ser una guerra física. La guerra puede estar en tus pensamientos. Pero es igualmente una guerra.
Y para mí no había nada de eso. Pero comprendí que había algo que se llama “paz”. Y que cada ser humano sobre la faz de esta tierra, sin importar sus circunstancias, es muy afortunado.
De hecho, eso fue lo que dije. Hace unas semanas estaba leyendo mi primer discurso, y de eso se trataba: “¡Qué afortunados somos de estar vivos y que la paz esté dentro de nosotros!”
Individuo 1: [varón]
Después de asistir a este programa siento que lo que realmente quiero está dentro de mí. Y no me tengo que comparar con los demás. Yo soy quién soy. Y me hace crecer y contestar algunas preguntas en mi mente.
Individuo 5: [mujer]
Es así, tan sencillo, seguir con la vida y disfrutar. Eso pienso yo.
Individuo 3: [varón]
Es tan maravilloso sentir que después de estar pensando llega la respuesta. Sí, eso es lo que quiero hacer. Es lo que me motiva desde que era muy pequeño.
Individuo 4: [mujer]
Prem Rawat nos anima a todos a ver algo que está dentro nuestro. Ver los regalos que tenemos. Y es una bendición tener esta respiración.
Texto en pantalla:
El contenido de este vídeo es cortesía de la Fundación Prem Rawat
Kuala Lumpur, Malasia
Texto en pantalla:
KIND MALASIA 2018, Conectando Empresas con la Sociedad Civil
Prem Rawat:
No se necesita mucho para desencadenar una revolución. Desencadenemos una revolución por la paz, por la bondad, una revolución que marque la diferencia en este mundo. No solo en Malasia.
Porque si Malasia puede ser una vela encendida, ¿imaginas qué puede hacer Malasia? ¿Por qué no todos los países? ¿Por qué no todos, los que están aquí sentados, los partícipes, los creadores, los instigadores y agitadores? Sean todos los aquí presentes los poderosos de esa increíble posibilidad.
Texto en pantalla:
Marcando la diferencia, Kind Malasia
Prem Rawat:
Comencé a hablar de la paz cuando tenía cuatro años. Comencé a asumir esta responsabilidad de difundir la paz primero en la India, donde nací, cuando tenía nueve años. Tenía más o menos trece años cuando fui a Occidente, a Inglaterra, a América. Y llevé este mensaje fuera de la India.
Así que aquí estoy, y estoy seguro de que hay muchas personas que dicen: “Oh, el Embajador de la Paz.” Soy el embajador. Pero, ¿qué es ser Embajador de la Paz? Todos ustedes son Embajadores de la Paz ¿No lo saben? Yo no soy el único. Ustedes son Embajadores de la Paz.
Y también es su responsabilidad asegurarse de que la paz se difunda en el mundo, porque, ¿qué otra opción tenemos?, ¿qué otra opción existe?
¿Cuál es esta ley de la que hablaba? Esto es lo que a mí me anima. Lo que me anima a continuar haciendo el esfuerzo que llevo realizando durante tanto tiempo de forma continua. Y, ¿cuál es esta ley? Es esta: “Si tomas dos velas, una que está encendida y otra que está apagada; las unes, ¿sabes que sucede? Que la vela que está encendida encenderá a la que está apagada.”
No es al revés. Esa es la ley de la naturaleza: una vela encendida enciende la vela apagada. No es que la vela apagada apague la vela encendida. No. Ni siquiera con una frecuencia del 50%. En todas las ocasiones la vela que está encendida va a encender la vela que está apagada.
Anímense, hagan el esfuerzo que sea en su vida para traer paz. ¿Dónde empieza la paz? La gente cree que empieza en el mundo, y no es así.
Ayer hice cuatro entrevistas y, por supuesto, me hicieron estas preguntas: “Hablas de la paz y el mundo va de mal en peor.” (No voy a decir el significado exacto de la expresión, pero “down the tubes” es lo opuesto al cielo).
Y dije: “Un minuto ¿Qué está sucediendo en realidad? ¿Estamos haciendo algo por la paz?”, porque cuando hablas de paz, la mayoría de las personas ¿qué piensan? Que es una utopía.
Un día consulté el significado de la palabra utopía, y es muy interesante. Esta palabra se acuñó más o menos en 1513 en una novela ¿Sabes lo que significa utopía en realidad? “Ningún lugar.”
Lo que se está diciendo es: “No vayas ahí. Ese lugar no existe, es imaginario.” La paz no es una utopía. Es real en esta tierra, tangible. ¿Cómo y dónde empieza? Contigo. Empieza con tu familia, con tus amigos, con tus vecinos, con tu prójimo.
¿Y quiénes son tus vecinos?; ¿los de la casa de al lado? Los de la casa de al lado son tus vecinos solamente si estás en tu casa. Tu prójimo, en realidad, es la persona que esté más cerca de ti, estés donde estés (incluyendo el estacionamiento, por cierto).
Y estas son las cositas que olvidamos en nuestra vida cotidiana porque estamos muy ocupados con nuestra agenda plan.
Tienes una mente, y fuiste a la escuela para afilarla. Tienes imaginación. Fuiste a la universidad para pulir esta imaginación. Y entre otras cosas también tienes un corazón. ¿Qué has hecho para pulir las habilidades del corazón? ¿Qué has hecho en tu vida? ¿Te has quedado ahí sentado, pensando en el cielo?
Muchas personas preguntan: “¿Qué diferencia hay entre lo que tú dices y la religión?” La diferencia es enorme: la religión habla del cielo después de la muerte, y yo hablo del cielo antes de la muerte, ahora, en esta tierra.
Entender el valor de lo que se nos ha dado, reconocerlo, tener un reconocimiento de las cosas más sencillas en nuestra existencia: la vida, el aliento y cada día que se te da.
¿Quieres milagros? Esté sucediendo un milagro delante de ti. Hoy estás vivo. Es uno de los milagros más increíbles que existen.
¿Sabes lo que se necesitó para que pudieras estar ahí sentado? ¿Sabes cuántas especies evolucionaron para que tú pudieras ser como eres? Y lo damos por hecho: “¡Aaah, aquí estoy!” Pero, ¿tienes idea de cuanta evolución tuvo que tener lugar, cuantos experimentos tuvieron que suceder para que hoy estuvieras ahí sentado?
¿Cuál es este mundo en el que vivimos? ¿Qué es este mundo en el que vivimos? Piénsalo. Hay más comida disponible hoy en día que nunca antes.
No hay escasez de comida, te lo digo. Si no me crees, ve a un supermercado. Si no me crees, ve al buffet de un hotel: de una punta a la otra, comida, comida, comida ¿No me crees? Cuenta los restaurantes que hay en la calle cuando conduces.
Acabo de estar en Japón. No lo podía creer… era: “Restaurante. Restaurante. Restaurante. Restaurante.” Y pensaba: “Un momento; los japoneses son bastante delgados ¿cuánto pueden comer?” Pero era uno tras otro, uno tras otro.
Una de las cosas que quiero decir es que, en una época, las personas pensaban: “Si tuviéramos suficiente comida tendríamos paz” ¿Sabes qué? Tenemos comida suficiente. Y todavía no tenemos paz. La gente pensaba: “Si tuviéramos riqueza suficiente, tendríamos paz.” Ahora tenemos más riqueza que nunca.
Se han excavado más diamantes ahora que nunca. Se ha extraído más oro de la tierra que nunca antes. Y más plata. Hay más riqueza en el mundo que nunca antes, pero no hay paz.
La gente dice: “Si la gente tuviera más estudios, habría paz.” Ahora hay más escuelas que nunca antes y todavía no hay paz.
La gente ha dicho: “Si pudiéramos comunicarnos habría paz.” Y vaya que sabemos comunicarnos. Es lo único que hacemos: “bla-bla-bla-bla.” Es increíble.
La primera vez que vine a Japón y fui en tren, no lo podía creer. Miles de personas que se cruzaban en el metro, y ninguno tocaba al otro. Era como un ballet, una danza. Y todos iban lo más rápido que podían.
Y esta vez fui y había personas que frenaban en seco... Casi se tropezaban entre ellos.
Así que tenemos más medios de comunicación que nunca antes. Pero, ¿sabemos qué decir? No. Ahí está el problema. No nos hemos puesto al nivel de la tecnología. No entendemos qué podemos hacer con ella.
No sabemos lo que el transporte puede hacer por nosotros. Sabemos que está ahí, y que podemos ir a donde queramos. No sabemos para qué vamos, pero ahí vamos.
Tenemos más comida, y ya no sabemos qué hacer con ella: más recetas; más platos de fusión hoy en día que nunca antes. Platos de comida china e india ¿Te lo puedes imaginar? Comida india. India. Del Oriente de la India, se ha fusionado con la china ¡Dios mío! Y ahí la tienen. Pero eso es muy popular en la India.
¡Pizza india! Los italianos se morirían. Dirían: “¡Ay, Dios mío!” Pero es verdad. Y todavía no tenemos paz.
La única fórmula que no hemos probado es esta de que “la paz comienza contigo”. La bondad tiene que llegar a la superficie. Necesitamos tener una sociedad en la que seamos conscientes de nuestra bondad, de nuestra compasión, de nuestra capacidad de poder ayudar a los que nos rodean. Si necesitan ayuda. Y esa ayuda empieza ayudándonos primero a nosotros mismos.
La gente oye esto y dice: “Pero, eso es egoísta.” No. Si has viajado en avión, seguro que la auxiliar de vuelo te ha dicho: “Antes de ponerle máscara de oxígeno a otro, póntela primero tú.” Porque si estás inconsciente, no puedes ayudar a nadie
¿Quién eres tú? ¿Un milagro increíble? Sí. Y llevas el deseo de paz dentro de ti. Solamente si puedes comprender eso. Este es tu llamado fundamental.
Sabes cuál es tu rutina diaria: te levantas y ¿en qué piensas? En tus responsabilidades. ¿Piensas en la vida? ¡Estás vivo mientras lo estés! Esta función que has montado vale solamente mientras esta respiración entre y salga de ti. Eso es todo, amigos. Cuando salga, “FIN” después de la película, ese es “el final”.
La gente dice: “No, no, no. Yo iré a otro lugar. Eso no puede ser.” Bueno, sí. Podemos hablar de eso toda la noche pero no va a cambiar nada, porque una vez que te vas de aquí, te fuiste de aquí.
No se trata de la muerte, sino de la vida. Se trata de la vida. Tienes que hacer lo que tengas que hacer mientras estés aquí.
Muchas personas dicen: “Soy demasiado viejo.” Eso no existe. Mientras seas una vela encendida, ¿qué estatura debes tener para encender otra vela? Por cierto, ¿Qué tamaño tiene que tener la vela encendida? Puede ser así de grande. Mientras esté encendida tiene la capacidad de encender la vela apagada. Esa es tu fortaleza en la vida.
Lo que quiero decir es: ¿qué es verdaderamente tuyo? La compasión. Verdaderamente tuya es la bondad. Y la claridad. Y es esa luz que llevas en el corazón.
Haz aquellas cosas que te enriquezcan en tu bondad, las cosas que te enriquezcan en tu claridad, compasión, que te enriquezcan en tu entendimiento.
Y ese será el día, te lo garantizo, en que realmente, realmente comenzarás a sentirte rico. Muy, muy rico. Y de esa riqueza brotará el deseo de dar. Y no hay mejor regalo que le puedas dar a alguien que el de la compasión. Sí, la gente necesita comida. Pero también necesita compasión. La gente necesita dinero, pero sigue necesitando compasión.
Y la compasión no es piedad. ¿Qué es empatía? ¿Qué es empatía? Consúltalo. Es “entender, ver la semejanza entre tú y la otra persona”.
No es apiadarte, no hablo de apiadarse. De eso no trata esta bondad. Esta bondad trata de ayudar a las personas. Primero, a realizar en sí mismos su potencial, su entendimiento. Es esto lo que el mundo necesita.