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Hay muchas cosas que están sucediendo.

Pero lo más importante, nuevamente, sigue siendo que estamos vivos, y eso es lo importante, que existe esta oportunidad.

¿Por qué estamos aquí realmente? ¿Por qué razón estamos vivos? ¿Cuál es el propósito de estar en este mundo? Y en esta pequeña Tierra, estamos nosotros.

Existimos, sujetos a estas leyes. Nada escapa a estas leyes, todo funciona sometido a ellas. Y dentro de esas leyes está el ir y venir de la respiración, la posibilidad para ti de estar vivo.

¿Qué es eso? ¿Qué es? Espero que sepan a lo que me refiero. Porque hay una realidad. Existe una ley que dice: “Un día viniste y un día te irás.” Y el día que te vayas, te vas.

La gente se pierde en su imaginación, “Que si esto, que si aquello; esto es así y aquello de otra forma." Observa la realidad.

Un día naciste. Un día te tienes que ir. Y mientras, estás vivo.

Pero no te das cuenta de lo que te está diciendo esa ley, la ley que te trajo aquí y que un día te hará partir: “Estás vivo. Existes.”

¡La ley no dicta lo que sucede! Lo único que dice esa ley es: “Viniste, y un día te tienes que ir.”

Pero lo que hagas mientras estás vivo, depende de ti. Veo a las personas enredadas persiguiendo cosas exteriores por todas partes.

“Pero, ¿qué es esto? ¿y esto otro? ¿y aquello?” Lo veo por todos lados. Pero, ¿qué te está diciendo esa ley? ¿Qué te dice? ¿Para qué estoy aquí?

Estoy aquí. Pero ¿por qué? ¿Para qué tengo la capacidad de pensar?

Hay personas que dicen: “No, no, no pienses.” Pero, ¿para qué tengo la capacidad de pensar?

Como digo siempre, la capacidad de pensar es un regalo que Dios te ha dado. Y lo que piensas es un regalo que tú te das a ti mismo.

¿En qué piensas? ¿Piensas en todas las cosas que no van a suceder, o piensas en todo lo que está sucediendo?

En la respiración que está entrando y saliendo, y en lo maravilloso que es que estás aquí, que estás vivo. ¿Sientes miedo? ¿Tienes miedo del mañana? ¿Tienes miedo del hoy? ¿Tienes miedo del ayer?

Porque, hay personas que tienen mucho miedo del ayer. Y hay otras que tienen miedo del hoy. La mayoría tienen miedo del hoy. Porque no reconocen el valor del hoy. No entienden lo valioso que es.

Entonces, si te asusta el ayer, no sabes nada del hoy, y también tienes miedo del mañana, ¿qué clase de vida tienes? Debe ser muy desgraciada.

Tú solo existes en el hoy, pero ignoras completamente su valor. Por eso es tan importante conocerse a uno mismo, tener conocimiento de tu propio ser, comprender de qué se trata esto. Y de verdad entender esa ley.

¡Estás aquí!

Y esta respiración llega a ti. Se trata de comprender la importancia de lo que tienes. En tus relaciones es tan importante ser amable. Ser amoroso se vuelve tan importante. Y amar, como nunca antes has amado.

No jugar con el amor, sino amar como nunca lo has hecho. Esa es tu capacidad. Úsala.