Hay una cosa que esas semillas enterradas en el desierto saben muy bien: que la lluvia vendrá. No es que lo supongan. Lo saben. “La lluvia vendrá”, lo que no saben es cuándo.
Así que, en lugar de mirar el calendario (como hacemos nosotros) han adoptado una hermosa estrategia – ¡Hermosa! Basada en una sola cosa: “la lluvia vendrá”. No sigas mirando el calendario. Las semillas no miran el calendario. Simplemente saben que la lluvia llegará. Y cuando llegue, “ESTARÁN preparadas”.
Nada de hacer suposiciones, o especular. Saben, perfectamente lo que deben hacer. “La lluvia vendrá. ¡Estate preparada!” Y eso es lo que hacen. ¡Así es como el desierto florece!
Cuando miras el desierto, no ves nada, no hay nada. Todo es del mismo color. Pero escondidas debajo, están estas sorprendentes semillitas. “La lluvia vendrá. ¡Estate preparada!”. Y cuando por fin llega la lluvia, ¡florecen!
Y cuando el desierto florece, ya no es un paisaje monótono. Descubres colores hermosos por todas partes, desde los suaves tonos rosados, pasando por los azules, amarillos, rojos y verdes. Casi no se puede ver la arena. Eso es lo que sucede.
Si observas tu vida, también notarás que hay monotonía. Pero recuerda que en tu corazón tienes las semillas – y hoy vamos a hablar bastante sobre las semillas – ahí hay ciertas semillas. Y la lluvia vendrá. Y el desierto florecerá.
Esto ha sucedido, no solo una vez, sino una y otra vez, y otra, y otra. Estas semillas que yacen durmientes, son el resultado del exitoso florecimiento anterior. Aquellas flores que brotaron, depositaron estas semillas. Y esa es la prueba de que, “Sí, aquí llueve, y ¡Estate preparada para florecer!”.
Si en mi vida, en lugar de luchar contra todo el caos al que me enfrento, contra todos los desafíos que yo mismo me he creado – si realmente empiezo a entender la vida como un viaje increíble, un regalo increíble, una oportunidad increíble que tengo…
— Prem Rawat
Vamos a hablar mucho de las semillas. Hay algo que tenemos que entender: trabajas todos los días. Al principio tu trabajo era jugar. Para lo cual necesitabas juguetes – y con suerte tus padres te los dieron; quizá querías más juguetes para pasártelo mejor, pero en definitiva lo que querías era jugar.
Luego empezaste a ir a la escuela, invertiste en tu educación. Tus padres invirtieron en ella, ¡pero tú también! Tenías que ir todos los días, hacer tus deberes, y todo lo demás; así conseguiste una educación.
Después de eso, tenías que conseguir un trabajo. Y ahora, todos los días tratas de forjarte un bienestar económico, mediante tu trabajo, bis, invirtiendo energía en ello. Vuelves a casa; traes el dinero e intentas invertirlo – o lo que sea que hagas con él. Pero lo inviertes, de una manera u otra.
Y así es tu vida. Sabes que necesitas un trabajo para ganar dinero. Inviertes energía en eso todos los días. Te levantas por la mañana, vas a tu trabajo, te ocupas de él, intentas hacerlo lo mejor posible, etc.
Lo que trato de decir es que sabes que tienes que invertir dedicación – en tu trabajo, en tus amigos. Con tus amigos ocurre igual: el tiempo que pasas en el teléfono contestando las llamadas de tus amigos es una inversión, ya sea que inviertas energía, o que inviertas tiempo, o que inviertas tiempo y energía, es una inversión!
Ah, sí, a propósito, estamos aquí para hablar de la paz. Estamos aquí para hablar de la posibilidad de que el desierto florezca. ¿No?
Entonces, ¿Cuánto inviertes en la paz? Quieres paz, ¿no? ¿Cuánto inviertes en ella? ¿En qué inviertes cada día?
¿Quieres claridad en tu vida? ¿Cuánto inviertes en tu claridad? ¿Quieres alegría en tu vida? ¿Cuánto inviertes en ella? ¿Quieres comprensión en tu vida? ¿Cuánto inviertes en comprender? ¿Quieres conocerte a ti mismo? Bueno, ¿cuánto has invertido en conocerte ¿Cuánto has invertido? ¿Bis? ¿Qué has hecho para traer un poco de paz a tu vida, un poco de alegría, alegría, una alegría verdadera?
No ese tipo de alegría que sientes cuando sales a divertirte con tus amigos un rato, para tomarte un vino o una cerveza viendo un espectáculo. Hay anuncios de ese tipo, en los que están bebiendo cerveza y alguien dice: “No existe nada mejor que esto”. Aunque luego todos se despierten con resaca.
No ese tipo de alegría; hablo de la alegría que emana de tu corazón como ser humano, como ser humano. Llegar a un punto en el que empiezas a disfrutar de tu vida, y no de lo que está sucediendo en tu vida. ¿Te das cuenta de la diferencia? Empiezas a disfrutar de la vida misma.
Disfrutar del ir y venir del aliento; de estar en esta tierra; de estar vivo; de poder ver; de poder sentir – no disfrutar de lo que sientes, sino disfrutar de poder sentir. No disfrutar de amar a alguien, sino del amor. No disfrutar de escuchar un disco, sino de escuchar. De la sensación de escuchar.
No hablo de disfrutar de algo en particular. Hablo de disfrutar de estar vivo.
— Prem Rawat
¿Cuál es la causa habitual de divorcio entre el marido y la mujer? Las expectativas. ¿Qué causa que te enojes con tu propio hijo? Las expectativas. Y tienes expectativas de todo en este mundo.
No digo que sea bueno o malo; eso depende del criterio de cada uno. ¡Claro que yo también tengo expectativas! Tengo expectativas hasta de mis perros. Son unos pequeños pomeranians, y no les gusta que nadie entre al jardín, es como si fuera de ellos.
Y a veces, yo entro sigilosamente, no saben que soy yo, y se ponen a ladrar. Y luego digo: “¿¡Qué pasa!? ¿¡Qué pasa!?” y se callan muy avergonzados.
No es que sea mejor ser de una manera o de otra, que “deberías tener expectativas o no.” ¡No se trata de eso! Sino que existe un estado en el que eres libre. En el que estás feliz contigo mismo, independientemente de la aprobación o desaprobación de los demás. En el que te das cuenta de que en realidad no eres un desierto, sino las semillas que yacen enterradas en él.
¡Amigos, esta historia no trata del desierto! El desierto va a tener un aspecto desértico que durará mucho más que el tiempo del florecimiento. El florecimiento solo va a durar unos pocos días, eso está claro ¿no? Así es. Solo dura uno pocos días y ptchk, se acabó.
¿Cómo sobrevive la semilla en el desierto? Esforzándose en sobrevivir. Hizo una inversión. ¡Podría estar en cualquier otro lugar donde llueva mucho! Pero no, eligió el desierto por su singularidad. Ese es tu potencial; tu fortaleza. Eso es lo que te puede suceder, pero solo si estás dispuesto a invertir en ello.
— Prem Rawat
Veo lo que está pasando en el mundo, y no es bueno. Es hora de hacer cambios.
Pero el cambio solo puede empezar contigo. Pero queremos que el cambio empiece con los demás, no con nosotros. Porque no sabemos quiénes somos. Somos igual que ellos. Bis. Conocerse a uno mismo es algo muy valioso, créeme, es algo muy valioso.
Así que tenemos esta posibilidad. Tu desierto también contiene esas semillas - no importa lo desértico que parezca. Va a llover. Y cuando llueva, tu desierto también florecerá.
Hay cosas muy muy hermosas en la tienda de la Divinidad. Y no te sorprendas si lo único que te dan son unas cuantas semillas. No te sorprendas, porque es así como vienen.
¿Estás listo para invertir un poco en esas semillas? ¿Estás listo para tomar todo ese conocimiento, aplicarle algo de sabiduría, y utilizarlo sabiamente? Porque si lo haces, aunque pienses que tu vida ha cambiado, aún puede transformarse mucho más de lo que te puedas imaginar. No hay límites. No hay límites.
Así que, qué bella oportunidad. Qué gran acontecimiento. Y qué hermoso es cuando el desierto florece. Por favor, deja que tu desierto florezca. De eso se trata.
— Prem Rawat
¡Estoy vivo! No es una broma! No se trata de debatir, ni de cuestionar – ¡estoy vivo, Dios mío! Está sucediendo! La banda está tocando; el público ya está aquí; y todo está en marcha. ¡Ponte manos a la obra! Lo que quiera que vayas a hacer, ¡ponte en ello!
En lugar de, “ah, ¿qué debería hacer? Me pregunto ¿por qué estoy en este mundo? Y esto y aquello. Necesito leer tal libro, o debería ir a tal lugar, o debería hacer esto y debería contactar a tal persona, y bla, bla, bla” Ponte manos a la obra.
Voy a decir algo que quizá no te guste, pero es la verdad. Las dos cosas más importantes en tu vida son: el nacimiento y la muerte. Una ya ha ocurrido. Ya estás aquí. ¡Y ya sabes cuál será la próxima!
¿Y estás listo para eso? Por supuesto que no. Nadie está listo para morir.
Pero inevitablemente vamos a morir. ¿Deberías prepararte para ello? Claro que no. Deberías marcar una fecha en tu calendario? Claro que no. Pero si quieres hacer algo, haz esto: Entiende que la lluvia llegará, y estate preparado para florecer. No te distraigas con la muerte. Ni tampoco con tus problemas.
La gente me dice: “Oh, tengo un problema”, y ¿sabes qué les digo? Este problema ya le ha estado molestando a otros antes que a ti. El problema no cambia; lo único que cambia son las víctimas. Tú eres ahora la nueva víctima – que está siendo perturbada por ese mismo problema.
¿Quieres ser su víctima? Si no te conoces a ti mismo, eres vulnerable puedes convertirte en la víctima de todos estos problemas. Si te conoces a ti mismo, tienes la fuerza interior, y dejas de ser vulnerable a los problemas de este mundo – solo si te acuerdas de ella. Si te olvidas de tu fuerza, tendrás problemas.
Los problemas van a venir, pero cuando vengan, yo quiero estar fuerte.
No puedo detener los problemas. Cuando llueve, no puedo parar la lluvia – pero puedo llevar un paraguas. Esa es mi filosofía, “lleva un paraguas”.
Y cuando empiece a llover, ábrelo. Y ¿qué conseguirá? ¿Parará la lluvia? No. Pero evitará que te mojes. Para eso sirve. Es algo bueno. Porque eso es lo que quieres. Es lo que necesitas …
— Prem Rawat